Mesa de trabajo por la
soberanía en las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur, mares
adyacentes, Antártida Argentina y por el relevamiento de nuestras Debates
Falso héroe
La falsa historia y la falsa política
Por Eduardo
Mariano Lualdi
Coordinador
Nacional del Foro Patriótico y Popular
5 de diciembre
de 2009
Fue Alberdi
quien dijo “la falsa historia es la base
de la falsa política”. Ambas van juntas, como la sombra al cuerpo.
Hace unos
meses, en medio del fregoteo electoral de junio, la gente de Biondini decidió
tomarse en solfa la causa de Malvinas.
Pido disculpas
por la extensión de la cita, pero vale:
BUENOS AIRES (RK) -- El pasado
viernes 11 de abril el Centro de Difusión Casa Patria (CEDICAP) inició
oficialmente su ciclo lectivo 2008. En un salón colmado, el Secretario
Administrativo del instituto, Nahuel Echeverría, dio la bienvenida a los
presentes, y luego de que el auditorio entonara las estrofas del Himno Nacional
Argentino e hiciera un minuto de silencio por los Caídos en Malvinas, le cedió
la palabra a
"Nuestro orador de esta noche es
el Capitán de Corbeta Raúl Ortega Arrojo, Héroe de Malvinas y que recibió
"Hoy nos va a hablar de su
participación en la "Operación Rosario" que inició
"Es de destacar que el Capitán
Arrojo no sólo estuvo en las Malvinas desde el primer día de
"Arrojo mantuvo contacto luego
con otros veteranos, y ayudó a armar
Compatriotas, recibamos con un fuerte
aplauso a nuestro orador, un verdadero héroe de Malvinas, Capitán de Corbeta
Raúl Ortega Arrojo."
Inmediatamente estallaron los aplausos
y
Fue el
periódico “El Malvinense” el que desnudó
la farsa; es una acción que le agradecemos.
Obviamente,
los hacedores de la mofa se autoconstituyeron en víctimas: “fuimos engañados por el Capitán Arrojo”, dijeron. Hombres y
mujeres con años de política querían hacernos creer que este engaño fue producto
de un azar desventurado. El vivo “Arrojo” y el “tonto Biondini”.
Es importante
tener presente estas circunstancias bochornosas.
Los
organizadores de la burla siniestra contra nuestros héroes, no trepidaron en
ubicar al “Capitán Arrojo” en el desembarco del 2 de abril de 1982, el día del
Operativo Rosario. El día de la victoria, el día que nuestros oficiales,
suboficiales y soldados recuperaron para la patria las irredentas tierras de
las Malvinas a la soberanía nacional. El día de la derrota inglesa.
Hablamos de
heroísmo, hablamos del momento crucial en que la sangre de Giachino se fundió
con la turba malvinera y selló de manera indestructible el destino argentino de
la tierra usurpada. Sino es de esto ¿de qué hablamos? ¿Puede este momento ser
transformado en mofa, en burla, en baratija para la politiquería?
No satisfechos
con esto, promocionaron al “Capitán Arrojo” como un “valiente combatiente” que
no solo participó de la reconquista de las Islas, sino que permaneció en
combate hasta el 14 de junio. Es decir, pusieron al impostor a la altura del
Coronel Seineldín, quien fue uno de los pocos oficiales que tuvo el honor de
participar de toda la gesta, desde su reconquista hasta la derrota. El Coronel
Seineldín y sus soldados del Regimiento 25.
La burla es
cruel: ya contábamos los argentinos ese 14 de junio con 649 héroes muertos en
batalla. Hablamos de heroísmo, hablamos de valentía, hablamos de muertos de
Pero la burla
no terminó allí. El “Capitán Arrojo”, a diferencia de nuestros soldados en
Puerto Argentino el 14 de junio, siguió solitario el combate contra el
usurpador, apenas muñido de una bayoneta, hasta el 16 de junio. ¡Qué valiente
el “Capitán Arrojo”! Bien lo dice su nombre: ¡qué “arrojo”!
¡Qué vergüenza
amigos! En esos momentos nuestros compatriotas sepultaban nuestros muertos,
atendían a nuestros heridos, consolaban a nuestros mutilados. Mutilados en el
cuerpo y mutilados en el alma. Hombres rudos que lloraban al ver arrear el
pabellón nacional en aquellas tierras nuevamente usurpadas por el imperialismo
inglés. Heridos en el alma, muchos de los cuales sumidos en las sombras del
abandono, elegirían el suicidio como la única puerta de salida a la
desesperanza y la indiferencia llamada “desmalvinización”.
Algunos
argentinos son laxos; tienen la laxitud que da la práctica social de la mentira
y de la impunidad; ven pasar delante de sus ojos la burla y la mofa de causas
venerables, y solo hacen un leve gesto, una mueca grotesca de justificación.
¿El fin justifica los medios? Así los alecciona Maquiavelo, ven, donde hay una
vergüenza y una miseria, una ventaja. La verdad es huérfana y la mentira
triunfa. Es el "Cambalache" discepoliano.
¿Qué le pasa
al alma de algunos argentinos que son indiferentes a estas humillaciones?
Falsos héroes que pretenden transformarse en falsos profetas.
¿Qué le pasa
al alma de algunos argentinos que, en su estrechez de mira, abandonan el camino
andado y vuelven sobre sus pasos para adorar al Becerro de Oro?
Falsa
historia: falsa política. Falsos héroes: falsos salvadores.
¿Cómo se va a
defender
No nos tomamos
en solfa la historia de la patria, porque no nos parece broma su destino. Somos
parte del torrente que anhela legar a la posteridad una Nación que merezca ser
vivida. ¡Libre! ¡Libre de todo dominio extranjero! Una Nación independiente que
complete el mandato de los Padres fundadores, ¡ni amo viejo, ni amo nuevo! como
nos ordenó Belgrano. Una Nación en la que nuestros niños crezcan felices alumbrados
con el ejemplo de los verdaderos héroes.
En el Foro
Patriótico y Popular no elegimos falsos héroes porque tenemos la suerte de
conocer verdaderos. Desde aquellos que combatieron con y sin armas al
colonialismo, a los que con sus manos laboriosas o con su saber, producen
día a día la riqueza material y espiritual de la patria.