Por la soberanía
en las
Islas Malvinas, San Pedro (Georgias del Sur), Santiago (Sándwich del Sur), mares
adyacentes, Sector Antártico Argentino y Plataforma continental argentina
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Apuntes
sobre un seminario
Por Eduardo Mariano Lualdi
Coordinador Nacional del Foro
patriótico y Popular
“El gobierno de los Drs. Kirchner no debe
presentar los estudios sobre la plataforma a último momento, con una página
menos y con faltas de ortografía.”
Eduardo Mariano Lualdi, “Los trabajos y los días”,
junio 2009, Cuadernos para el encuentro en una nueva huella argentina, Nº 29.
Un seminario sobre la “Plataforma Continental y la Antártida” se
realizó en la Escuela
Nacional de Defensa. Con disertantes de la Subcomisión Técnica
de Copla y su Coordinadora.
De las exposiciones, sobre las que no abundaremos por ser innecesario,
surge con absoluta nitidez:
1) Argentina obtuvo de países
extranjeros datos que utilizó para los estudios de la Plataforma Continental.
Buques pertenecientes a potencias europeas y Rusia. Se utilizó también una
aeronave norteamericana modelo Lockhed Martin P-3 Orion.
Aquí muere por boca oficial, el sonsonete
de la “confidencialidad” que argumentó el gobierno nacional para denegar
la audiencia pública solicitada oportunamente.
2) El Buque “Puerto Deseado”,
en la zona Malvinas-Georgias fue solo en una franja al norte de la zona
denominada meseta de Malvinas y otra franja al sur, (que son las dos que
figuran los puntos "formula pie del talud + 60 millas" en
la presentación argentina de dicha área). En diversas informaciones oficiales
se indicó que en esta zona, la “investigación” era en una “vasta área
de trabajo” de una “inmensa extensión” cuya superficie era un
rectángulo de coordenadas 48°S /56°S
y 055°W /036°W. En la
disertación quedó en claro lo exagerado de dicha pretensión ya que, según
afirmaron, en la “ecuación costo/beneficio/riesgo” se fue directo a
“información predeterminada” referente al pie de talud perimetral.
3) Los propios disertantes
precisaron las posibilidades de trabajo real en condiciones climáticas
adversas: más allá de un mar 4 y a pesar de los estabilizadores con que cuenta
la embarcación, los equipos se alteran y sus lecturas no son confiables. Lejos,
muy lejos del mar que describió la Dra. Garré en su
Gacetilla del Ministerio de inDefensa de la Nación del 2 de junio de
2008 con olas de hasta 20
metros (mar 12 de la escala de Beaufort).
4) El buque fue obligado a
navegar en una muy mala época del año porque la decisión de presentar Malvinas
se tomó sobre la marcha y a último momento. Se arriesgó a la tripulación como
producto de una decisión improvisada y se lo hizo para corroborar datos que
habían sido provistos por potencias extranjeras.
5) Esta decisión que habría
sido tomada a último momento está íntimamente vinculada a la propuesta de
presentación conjunta o complementaria con la que trabajó nuestra cancillería
(el modelo cantábrico) como ya fue ampliamente demostrado.
6) El gobierno argentino
decidió que el buque oceanográfico no ingresara a las 200 millas de exclusión
que el colonialismo inglés impone alrededor de Malvinas, San Pedro (Georgias
del Sur) y Santiago (Sándwich del Sur). No se conoce ningún reclamo al
respecto: cumplió así con las imposiciones de los Acuerdos de Madrid de 1989 y
1990. Los puntos de línea de base de Malvinas y San Pedro fueron
elaborados mediante datos adquiridos por tecnología satelital. Se
desconoce de qué origen es el satélite que proveyó los datos, aunque, hasta
donde es de nuestro conocimiento, solo las potencias mundiales poseen tal
tecnología.
7) La decisión de presentar
estudios del Sector Antártico Argentino también se tomó a último momento. Los
puntos de línea de base de la península antártica argentina se elaboraron de
información satelital. Aún no está aclarado porqué razón la Argentina realizó una
presentación en la que de hecho modifica su reclamo histórico del Sector
Antártico Argentino (el triángulo esférico tal como lo presentan todos los
mapas oficiales de la República).
Una vasta porción de mares antárticos quedaron fuera de la presentación. Al
respecto, en una conferencia anterior, en la UBA, la Coordinadora de la Copla manifestó que “la Argentina nunca
pretendió reclamar absolutamente ese triángulo argentino en su integridad”.
Gran Bretaña no realizó la presentación de lo que ellos denominan sector
antártico británico pero hizo reservas de derechos, evitando así abrir
innecesariamente el debate sobre el Tratado Antártico que vence dentro de
varios años.
Es el petróleo, estúpido
Una de las verdaderas razones de estas idas y venidas
de la presentación argentina está vinculada a la explotación petrolera.
Tanto la iniciativa
de presentación conjunta o complementaria con el Reino Unido de Gran Bretaña e
Irlanda del Norte —frustrada por la oportunas denuncias realizadas por
distintos sectores—, la adquisición de datos a potencias extranjeras (de la Unión Europea, Rusia
y EE.UU.), como la decisión de presentar a último momento estudios sobre
Malvinas y el Sector Antártico Argentino elaborados con datos satelitales para
presentarse los funcionarios argentinos como “defensores de la soberanía en el
marco de una política de Estado”, se desarrollaron con el trasfondo de
negociaciones por los ricos recursos hidrocarburíferos
de la zona. La información del 9 de junio de 2009 publicada por el diario La Nación que dice que “Repsol
YPF (…) buscará petróleo en aguas internacionales entre Argentina y las Islas
Malvinas (¡¡SIC!!) a partir de 2010 en un
consorcio con la brasileña Petrobrás y la británica British
Petroleum” (el subrayado es nuestro), pone de
relieve, una vez más, la política de este turno gerencial de gobierno
argentino, política de sumisión ante el usurpador británico, que solo busca
“morder” en el negocio petrolero.
La información es más que esclarecedora: Repsol, la
empresa española (España miembro pleno de la UE) de la que es socio Ezkenazi
(Kirchner) se asociará nuevamente a la British
Petroleum británica. Más de lo
mismo: se trate de la entrega de Cerro Dragón al consorcio Panamerican
(British Petroleum y
Bridas) como de las zonas para la explotación petrolera ya concedidas en
Malvinas por el usurpador de la que participa, justamente, Repsol.
24 de junio de 2009