Comisión Nacional Permanente de Homenaje al
Tte. Cnel.
(R) Don Adolfo C. Philippeaux
El último discurso de Adolfo C. Philippeaux, fundador y
primer presidente del Foro Patriótico y Popular
Discurso pronunciado por el Tte.
Cnel. (R) Don Adolfo C. Philippeaux el 12 de agosto de 2004, con motivo del
198º aniversario de
Queridos
amigos, compatriotas, ¡compañeros!:
Yo soy peronista, así que no puedo empezar de
otra manera.
Quiero decirles, ya que dije compañeros, que en
esta lucha actual que llevamos contra la hipocresía de quienes nos mandan,
contra la entrega del patrimonio nacional, coincidimos hombres de centro
como yo y algunos de izquierda que militan fuertemente. Algunos se quejan,
dicen: “Che, Philippeaux, vos sos militar”. Sí, ¿y?... Mi padre también
era militar ¿y qué tiene que ver?... Pero yo ando con la izquierda porque
también son argentinos, porque también están gritando por la entrega del poder
y la obsecuencia a los imperialismos, y por otra parte, yo me junto con quien
quiero. ¿Estamos claros compañeros?
Porque cuando estábamos presos (yo estuve
condenado a muerte y me la banqué), cuando nos tiraban tantos tiros como me han
tirado a mi, no aparecían esos “consejeros”.
Ahí estamos en la lucha por la supervivencia. Y
yo he tirado muchos tiros. ¡También!... fui campeón de arma de guerra. Porque
yo fui deportista, con otros muchachos... Recuerdo en el año ’51 salimos:
Argentina en primer lugar, EE.UU. en segundo. En las olimpíadas en el año ’55
fue al revés, primero EE.UU., segunda Argentina, pegaditos ahí... Yo hacía esto
porque me lo ordenaba el General. Me dijo: “Philippeaux usted va, compite,
gana, no se me pone de novio por ahí, y vuelve. ¿Entendido?” Y yo cumplí el
pedido del General.
Pero: ¿y ahora? ¿Qué pasa con el deporte? ¿Qué
dicen los gobernantes de turno? ¡Si en la última olimpíada salimos detrás de
Nicaragua! ¡Octavo salimos! ¡Un desastre! Las que andan bien son esas “Las
Leonas” que juegan al hockey y nada más,
el deporte anda para el carajo como todo el país.
Yo me expreso con toda libertad porque a ustedes
los quiero mucho: ustedes son los argentinos que pueden salvar al país y por
eso les hablo con franqueza. ¡No van a querer venir a asustarme ahora! ¡Que
me vienen con eso de que voy a ir en cana! Primero que con la edad que
tengo, estoy cerca de los ochenta, no van a hacer una ley especial para mi, me
van a tener que dejar en mi casa, como hacen con todos esos ladrones y
corruptos que no tienen ni un día de prisión.
Muchas veces yo veo a dirigentes de mi propio
partido: ¿cuando estuvieron en cana?
Algunos, por ahí, en algún barco...bien
atendidos... pero ¿en qué prisión estuvieron? ¡No!, en ninguna. Vamos a hablar
con la verdad...
Bueno...pero vamos a hablar del tema que nos convoca:
este día de la Reconquista. Quiero rendir mi homenaje a esos hombres del
pueblo argentino que se juntaron y armaron para defender a esta parte de
Sudamérica de las invasiones inglesas.
Fíjense que ejemplo que nos dieron: se
unieron, se armaron, porque estaban dentro del territorio, porque si
hubiese sido como en la guerra de las Malvinas, donde fuimos a hacer la guerra
en un punto “x” del océano, lejos del sentimiento popular y de su apoyo, no
como se dio en la segunda invasión inglesa en la que nuestras mujeres, nuestras
madres, con agua hirviendo le tiraban a los ingleses...
Yo, por ejemplo, quería ir a pelear a las
Malvinas, pero no se podía; iban nada más que los “milicos” que mandaba el
gobierno, pero si hubiese sido en el territorio nacional, hubiésemos
podido luchar muchos argentinos y los hubiésemos quemado vivos a los
ingleses.
Esta fue una guerra injusta de todo punto de
vista, pero sirvió para unir a los argentinos, para poder darnos cuenta que
tenemos que estar juntos y defendiendo lo que nos pertenece.
Fíjense que esa unión es tan grande, que quienes
no tuvimos la suerte de combatir en Malvinas, no tuvimos esa suerte, no la tuve
justo cuando todavía era campeón de tiro y ¡cuánto ingleses hubiera matado!...
pero no me dejaron...
Tenemos que unirnos y estar preparados. Porque
yo observo algo muy grande dentro de todo lo que es América.
Resulta que estamos mandando tropas a Haití,
pero ¡por favor! ¡Pobre Haití!, ¡todavía le mandamos tropas a Haití! Lo que
tenemos que hacer los americanos es unirnos. Y cuando uno habla de, por
ejemplo, Malvinas, cuando llegue el momento justo, estar todos juntos ahí.
También hay que recordar quienes apoyaron y quienes no. Recuerdo que Perú
ofreció tropas, se comportaron como verdaderos hermanos. Pero hubo otros, como
un tal Pinochet (¡todavía vive este tipo! ¡No se muere nunca!), resultó ser un
alcahuete de la Thatcher, ¡qué barbaridad!
¡Cuándo San Martín cruzó los Andes para lucha
por la libertad de Chile! ¡Cuándo los argentinos marchamos hasta Perú! Y este
desgraciado pasando datos de los argentinos, haciendo de alcahuete ¡nunca se lo
vamos a perdonar a ese desgraciado! Y tengamos muy en cuenta porque esa fue una
gran traición a todos los americanos.
Fuimos traicionados por quien era presidente de
Chile, claro, era un dictador, pobre pueblo chileno; un alcahuete de la
Thatcher, carne y uña con esa asesina y esos asesinos de los ingleses.
Veamos también este tema que nos interesa. El
petróleo que tienen Venezuela o Irak. Si Irak no tuviera petróleo nadie sabría
ni donde queda, lo que ocurre es que los imperialistas son insaciables,
siempre quieren más, y van a los países subdesarrollados donde pueden sacar
petróleo.
Y a la Argentina van a venir: ya compraron
media Patagonia, tenemos muchos recursos que ellos quieren. Pero deberíamos
estar unidos todos los americanos, entonces, cuando aparezca cualquier
potencia, sea Inglaterra, EE.UU., cualquiera porque son todos imperialistas,
unidos todos darles la paliza que se merecen dentro de América.
Yo pienso en el Gral. San Martín, ¡y por dónde
no anduvo el General con sus tropas luchando por la libertad. Y resulta que
ahora nosotros mandamos tropas a Haití porque le convienen a EE.UU. ¡Qué
tenemos que hacer nosotros ahí! ¡Pobre Haití! ¿No tiene bastantes desgracias
con los malos gobiernos que sufren como para que encima le mandemos nuestras
tropas? ¿A quién van a cuidar? ¿O quieren impedir que alguien se subleve,
tome las armas y enfrente al imperialismo? Estamos pasando esta vergüenza
de mandar tropas a ese pequeño país de Centroamérica.
¿O será para meterle una puñalada a Fidel
Castro? Porque yo no comparto su ideología pro-comunista, pero hay que
reconocer que es un coloso... es un tipo que se puso de soldado, hizo un curso
con un coronel español durante tres años que lo tenía rajando, y se hizo
soldado y miren la paliza que le dio ese hombrecito que todavía esta ahí frente
a EE.UU.
Acá no es cuestión de izquierdas o derechas, hay
que ver en donde estamos parados lo argentinos. Yo les vuelvo a repetir: el
enemigo de mi enemigo es mi amigo.
Así que por ahí hay algunos muchachos que les
molesta que yo ande con la izquierda, por ahí algún camarada se molesta (sobre
todo los de arriba), pero yo voy a donde quiero. No voy a andar preguntando que
cartel tenés, si tenés una bandera roja ¡a mi eso me importa un carajo! Yo voy
donde quiero y voy por la libertad y por la soberanía de mi patria.
Vine a Buenos Aires por un homenaje a ese
patriota formidable que fue Alejandro Olmos.
Este tema de la deuda externa, el Fondo nos
presiona, pero peor son los argentinos que se prestan —por una “cometa”, porque
no lo hacen de “buena voluntad”— a facilitar los pagos de la deuda externa.
Cuando se fue el peronismo, que fui de nuevo en
cana porque yo era Secretario de Deporte y Turismo, la deuda externa cuando se
fue Isabelita —con todas las fallas que haya tenido pobrecita—, era de cinco y
pico de miles de millones de dólares. ¡Y vean como estamos ahora! ¿Nadie es
responsable? ¿Todos se lavan las manos? ¿Nadie va en cana? ¿O van a venir a
venir a meternos en cana a nosotros porque somos peronistas, o estamos en la
calle pidiendo trabajo, o exigiendo que no sigan robando los políticos de
siempre?
Esto no tienen gollete: la deuda externa no
hay que pagarla, y que pase lo que tenga que pasar.
Otro patrimonio nacional, y comparto acá las
opiniones del amigo Maturana de Mar del Plata (yo estoy viviendo en Mar del
Plata), es el de la pesca. Fui dos veces secretario de Pesca. La primera vez me
pidieron que me hiciera cargo para poner orden. Vienen un día unos políticos,
me dicen que hay que firmar urgente un acuerdo con Bolivia sobre pesca. Yo
pregunté porqué tan rápido, que me dieran tiempo para consultar a los
científicos. Dijeron que no había tiempo, que había que hacer la reunión.
Buenos, a veces más importante que saber es ser pícaro. Y yo tengo bastante de
pícaro por eso todavía estoy vivo a pesar de los tiros que me quisieron pegar y
las palizas que me quisieron dar.
En la reunión les pregunte cuántos habitantes
tenía Bolivia; creo que dijeron algo más de dos millones. Y en seguido les
pregunté cuántos tenía la Argentina. Contestaron veinte y pico de millones.
Entonces propuse que sacáramos el consumo per cápita de pescado de los
argentinos, y les diéramos a los empresarios esos, el doble para Bolivia.
Entonces empezaron a dar vueltas, que no, que se yo, y suspendieron la reunión.
Dijeron la pasamos para otro día. ¿Saben lo que “pasaron” al otro día para
poder hacer negociados? La secretaría de Pesca al ámbito de la Junta Nacional
de Carnes. ¡Qué barbaridad! ¡Cómo van a pasar los pescados al tipo que vende
puchero y bife de chorizo!
Yo me pregunto para qué sirven esos
funcionarios, los funcionarios deben defender nuestros intereses, hay que estar
atentos y controlarlos, defendernos de la corrupción.
Están destruyendo la pesca, pero la pesca es
patrimonio de ustedes, de todos los argentinos, no pertenece a un funcionario,
al capitán de un barco. ¡No! ¡Es de todos los argentinos! No puede ser que se
estén muriendo de hambre nuestros chicos y dejemos en manos de las congeladores
extranjeras nuestro recurso.
También les quiero hablar del tema de las privatizaciones.
De Aerolíneas, ferrocarriles, etc. De toda la entrega del transporte nacional,
los aviones, la marina mercante, las rutas, etc.
Hace un tiempo hablé en el homenaje a Martorano,
ese gran patriota, y dije que los medios de transporte eran como el sistema
circulatorio para nuestro cuerpo. Si yo me corto una artería, se muere una
parte del cuerpo. Si yo entrego estos medios, se muere la Argentina. Piensen en
cuántos pueblos quedaron aislados porque liquidaron el ferrocarril.
¡Qué cosas pasan en este país! ... Uno va a la
Cámara de diputados y para ellos anda todo bien. Ahora vamos a ver si hacen
algo con la deuda externa, si van a dar quórum para que se trate el tema de la
deuda externa, porque si ellos no hacen nada...no sé...a nosotros nos queda
seguir en esta lucha callejera en la que estamos con tantos amigos.
Fíjense que cosa: nadie nos difunde. La otra vez
fuimos miles a la Plaza de Mayo, éramos como 40.000 con los piqueteros, el 2 de
abril, y dijimos cosas importantes y denunciamos cosas gravísimas. Pero ningún
medio dijo nada, acá hay también complicidad de los medios de comunicación,
¡son medios que están al servicio de la oligarquía y de los imperialismos!
Yo recuerdo que en este trajinar la vida, en
esta lucha contra los que llamábamos entonces lo gorilas y los enemigos de la
Patria, a mí se me acusó de una cosa muy grave: que yo armé al pueblo de La
Pampa. Siendo Capitán me sublevé y como era pistolero, al frente de toda mi
tropa, tomé el arsenal, las comisarías, el regimiento... en fin... todo. Y armé
al pueblo.
Entonces dicen: “el loco de Philippeaux armó al
pueblo”. ¿Y ellos no armaron los comandos civiles? ¡Esos eran asesinos! Iban
esos tipos y agarraban a un muchacho peronista o de izquierda, lo secuestraban,
lo tiraban por ahí o lo metían en la ESMA. Digo yo: Sr. Presidente
¿porqué no me pregunta a mi lo que pasaba en la ESMA que yo se lo puedo contar
de cómo nos interrogaban? No, en vez de preguntarnos a los protagonistas, a los
que luchamos, buscan al hijo, al primo, al nieto, la abuela, que se yo,
cualquiera que no sabe un carajo... Que nos pregunten a nosotros, los que
estuvimos presos...
Discúlpenme por expresarme de este modo, pero
vivo indignado... es una injusticia... Qué barbaridad, mandaban a otros, porque
ellos no iban, a secuestrar pibes peronistas, de izquierda...y resulta que
ahora están con arresto “domiciliario”... ¡Acá no hay justicia!
Nosotros tenemos que seguir con nuestra prédica,
en este sentido yo tengo que agradecer a esta revista CUADERNOS que publica todo lo que uno dice, porque otros medios no publican
nada. ¡En Mar del Plata! ¡Qué barbaridad! Hay un gordito y petiso que maneja
todo Mar del Plata, falta que maneje al cura. Va... no sé... ¡capaz que maneja
hasta el cura!
Yo quiero agradecerles y pedirles disculpas por
mis expresiones que son producto de la calentura contra las injusticias.
No aflojen, sigan luchando y yo me comprometo a
seguir peleando.
Los abrazo con todo mi corazón.